Cultivar marihuana es un símbolo de libertad, aunque no tenga una finalidad destinada al consumo de la hierba, sino por el simple y mero hecho de cultivarla. En la naturaleza no hay plantas malditas ni plantas prohibidas; los seres vivos nacen y se relacionan entre sí atendiendo a vínculos y necesidades diversos, así que todos y cada uno de los animales y plantas que pueblan nuestro planeta tienen una razón de ser. El ser humano es el único capaz de inventar restricciones a la propia naturaleza, levantando diques en el mar, prohibiendo determinadas plantas, matando animales por el placer de matarlos...Así que sin duda alguna plantar marihuana es todo un símbolo contestatario a todas y cada una de las normas absurdamente restrictivas que ha inventado el hombre. Además: es una planta preciosa, huele estupendamente, mantiene alejados a los mosquitos y su cultivo es un ejercicio de paciencia. Los griegos ya utilizaban el cáñamo en ritos y liturgias para revelar a los iniciados los arcanos del mito de Deméter. La Odisea narra la llegada de Telémaco a Esparta a la corte de Menelao. Durante el banquete ofrecido en su honor, Telémaco evoca el destino de su padre Ulises y todos los comensales cayeron en una profunda melancolía. Entonces, Helena ordena a los criados que echen nepenthés en las copas y la sonrisa vuelve a los labios de todos los que estaban allí. Este nepenthés se ha identificado como una bebida cannábica. Era una decocción de cáñamo con vino y mirra -vino resinado- para animar las reuniones privadas . Dioscórides, (del 20 al 60 d. C.) médico griego residente en Roma, autor de la primera farmacopea basada en plantas medicinales, habla del cáñamo y de las visiones y alucinaciones placenteras que provoca, y dice que los indios ya comían sus hojas, tanto como afrodisíaco como para estimular el apetito.
Manual de cultivo de marihuana
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