30/5/10

Ana Cristina Herreros: "Las brujas actúan como un espejo y devuelven lo que hay en tu corazón"

Mucho se ha hablado de las brujas como mujeres malvadas con poderes sobrenaturales. Vuelan en escoba, elaboran pócimas en sus ollas y viven en compañía del gato negro, el cuervo, los sapos, culebras, murciélagos, búhos y ratones. Pero realmente la palabra bruja significa “mujer sabia”, conocedora de temas mágicos. La escritora Ana Cristina Herreros ha conseguido dar cita en su obra "Libro de las brujas españolas" a la gran mayoría de brujas de la tradición pagana de nuestro país. Un precioso aquelarre apto para todos los públicos.

Dicen que la bruja obtiene su poder del diablo, ¿de dónde cree usted que obtiene su magia, energía y sabiduría?
La asociación de la bruja con el diablo se produjo durante el apogeo del cristianismo porque no se podía concebir que una mujer tuviese poder por sí misma, de algún ser masculino le había de venir. Por otro lado, demonizándola se conseguía apartarla de las mujeres jóvenes, que podían aprender de su ejemplo y decidir vivir solas, sin la tutela de un hombre. Pero la magia, la energía y la sabiduría se obtienen de la experiencia que sólo proporcionan los años, la vida escogida libremente.


¿Cómo y a qué nivel cree que influye la tradición oral en la evolución del hombre?
Hay una teoría antropológica que dice que el humano sobrevivió porque un día en una cueva alguien tomó la palabra y contó un cuento a los que estaban allí reunidos. Todos los cuentos populares cuentan lo mismo: no importa en qué aprieto te halles ni si es por tu culpa, porque siempre hay alguien que te ayuda. Este mensaje provocó que los unos confiasen en otros y comenzaran a hacer tareas que antes eran individuales de forma colectiva. La suma de las fuerzas individuales produjo que nuestra especie sobreviviera y se multiplicara sobre la faz de la tierra. Esta confianza es lo que permitirá que sigamos existiendo como especie. El individualismo conduce a la extinción.

¿Cree que la bruja fue el primer bastión del feminismo más ancestral?
Desde luego es la primera que reivindica el poder de las mujeres, eso que actualmente se llama “empoderamiento” en una traducción literal del empowering del feminismo norteamericano. Su poder además era muy peligroso porque se reunían para bailar, cosa que tenía prohibidísima una mujer decente. Las mujeres no podíamos ni podemos tener ocio, o vaya a ser que dejemos de trabajar (antes en el hogar y en el campo, y ahora en la oficina) y tengamos tiempo para pensar.

Así que las brujas pueden ser buenas o malas, según se porte uno con ellas. ¿Qué hay que hacer para no enfadarlas?
Ser un hombre o una mujer de bien: desear el bien de todos por encima del tuyo propio. Ellas simplemente actúan como un espejo y devuelven lo que hay en tu corazón. Si eres generoso, se portan contigo con generosidad; si eres mezquino, ellas también lo son.

Bruja y hechicera, ¿qué diferencia hay entre ellas?
En la tradición oral la única diferencia es terminológica. “Bruja” designó antiguamente -en una lengua catalo-occitana - un fenómeno atmosférico turbulento, e impredecible. Avala esta teoría etimológica que el término “bruja”o “bruxa” es común a todas las lenguas romances peninsulares.
“Hechicera” viene del latín, del verbo “hacer” (facere), y en este término lo que se resalta es el poder que le confiere a la bruja su capacidad de hacer: de elaborar brebajes, la mayor parte de las veces con fines curativos.
Pero lo más importante es que no hay diferencias en los cuentos de tradición oral entre “hada” y “bruja”. Esta polarización de hada buena, joven y bella, frente a la bruja, mala, vieja y fea no existe ni en los cuentos. Es una polarización de la industria del ocio infantil Disney, que transmite una ideología profundamente machista demonizando a la mujer por ser vieja, o sea, no deseable por un hombre. Lo cual no sólo llena las arcas de esta industria cinematográfica sino también las de los cirujanos plásticos.

¿Cree que algunas de esas historias fantásticas pudieron partir de hechos reales aderezados con ingredientes de la imaginería popular?
Hay quien cree, como el formalista ruso Vladimir Propp, que estos cuentos transmiten ritos mágicos de las sociedades paleolíticas y neolíticas. Este autor dice que eso de encerrar a la chica en la torre (recuérdese el cuento de Rapunzel, que en mi libro se recoge en una versión manchega, “Arbolica del Arbolar”) proviene de un rito mágico en el que se encerraba al rey para preservarlo de los espíritus malignos. En el cuento de mi libro se trata de un rito de preservación de lo divino: la mujer.
También aparecen en el libro 24 historias de brujas que se llaman “historias” y no “cuentos” porque se cuentan a veces en primera persona o como si fueran anécdotas familiares. Estas historias podrían tener una base más “real”, como “reales” son las leyendas urbanas como la de la chica de la curva.

¿A usted le contaban cuentos de brujas? ¿Usted los cuenta a su nieta? ¿Es partidaria de contar cuentos de brujas a los más pequeños?
A los niños hay que contarles cuentos donde lo que triunfe sea la justicia, sean de brujas o no. Si no hay justicia en los cuentos, ¿cómo vamos a pedirla en la vida?. Los adultos confunden “justicia” con “crueldad” pero para los niños lo que es justo no es cruel. A mí de niña no me contaban cuentos. Mi abuela era una enjuta leonesa muy beata, siempre de luto y siempre callada. Como tenía un marido comunista, sabía que el silencio era lo único que podía evitar su muerte en ese momento en el que se mataba por el color político. Así que mi abuela callaba hasta los cuentos.
Yo sí le cuento a mi nieta, cuentos de brujas, de lobos y de cualquier cosa que me emocione. Cuento con bebés recién nacidos, y es impresionante la comunicación que se establece con un bebé porque entienden qué te está pasando cuando cuentas.La primera vez que conté con bebés fue un cuento de Cortázar, y llegó la cuidadora con la comida y ni la miraron. ¡Me prefirieron a su biberón!

¿Qué diferencias ha encontrado entre las brujas del norte y del sur, las atlánticas y las mediterráneas; si es que las hay?
Es curioso pero en los lugares donde ha habido y hay brujas reales, mujeres curanderas, magas y maestras, apenas aparece como personaje en los cuentos maravillosos y sin embargo sí que hay muchísimas historias de brujas. Quizá sea porque la gente no la ve como un personaje de cuento sino como alguien “real” con nombre y apellidos. Las brujas cantábricas son muy peculiares porque en esta zona existían y existen cuentos de divinidades paganas asociadas a las aguas: las xanas asturianas, las anjanas cántabras y las lamiak vascas.Son brujas muy especiales porque aparecen cerca de fuentes y pozos y se las puede ver hilando o peinándose el cabello con peine de oro. A todas se las demonizó cuando llegó el cristianismo, cosa común con las donas d’aigua mediterráneas.#Inés Avesta

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