Llego de ver Biutiful, la última película dirigida por Alejando G.Inárritu y protagonizada por Javier Bardem. Tengo un sabor metálico en la boca y me escuecen los ojos. Es durísima, y tan creíble como cualquier documental. Lo que te atenaza la garganta en Biutiful es el realismo de lo que acontece y la forma como sucede. Eso es lo más tremendo de esta historia, que a pesar de que estas en el cine todo lo que sucede está pasando mientras ves la peli o lees estas palabras en cualquier rincón de cualquier lugar. Es un drama tan intenso y tan duro que me gustaría pensar que sólo es un película, pero lo jodido es que es un drama real, diario y cotidiano. Esa es la fuerza de esta película.
Iñárritu ya me pego un hachazo de realidad en su día con "Amores perros", y me dejo con la boca abierta y totalmente enamorada de Sean Penn en "21 gramos". Me decepcionó "Babel", pero esta ha sido inolvidable. Bardem se sale, impresionante papelazo del galán del cine español, que en esta ocasión sí que está de Oscar y no en "No es país para viejos".
En fin, que vayas a verla, pero prepárate para salir jodido, pero de verdad; nada de dramones amorosos lacrimógenos. Como la vida misma.
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