Turismo rural

La verdad es que los que a los que somos de pueblo se nos va a escapar una sonrisa. Espero que a los demás también. El turismo rural se trata de un deporte nacional que antes se llamaba "ir al pueblo", sin más. La diferencia es que si vas a tu pueblo es gratis, y si haces turismo Rural vas a un pueblo que no es tuyo y pagando una pasta que te quedas medio tonto.
Para hacer turismo rural no vale cualquier pueblo. Tiene que ser un pueblo "con encanto".
¿Qué es un pueblo "con encanto"? Pues un pueblo que sale en una Guía de pueblos "con encanto".

Cuando entras al bar intentas integrarte con los vecinos y dices: - ¡¡¡Buenos días, paisanos!!! ¿Qué es lo típico de aquí? Y el del bar piensa: Pues aquí lo típico es que vengan gilipollas como tú los fines de semana a dejarse medio sueldo.
Lo siguiente es alojarse en una casa rural o "casa con encanto", que es una casa adornada con muchas vasijas y ristras de ajos en el techo. Luego te das cuenta de que los del pueblo viven en unas casas que no tienen ningún encanto, pero tienen jacuzzi, parabólica, un plasma de 200 millones de pulgadas, internet y portero automático.
Pero el "encanto" definitivo son las actividades al aire libre. Haces senderismo, que es lo que es lo que toda la vida se ha llamado andar, y consiste en poner un pie delante de otro hasta que no puedas con tu vida, mientras los del pueblo te adelantan en un todoterreno con aire acondicionado.
Y todo, sea lo que sea, te sabe a gloria: en el mesón te ponen dos huevos fritos con chorizo y le dices al camarero:
- 'Oiga ¿a qué este chorizo es de matanza?'
- 'Pues casi, porque a punto estuvo de matarse en la curva el del camión de Campofrío'.

De repente oyes unas campanadas y dices:
-'¡Ah!. ¡Qué paz!. No hay nada como el sonido de una campana.'
Y el del bar te dice: '¡Pero si está grabado! ¿No ves el altavoz del campanario?'
Hay quien cree que, de lunes a viernes, la gente de estos pueblos vive como todo el mundo, pero el fin de semana distribuyen por la carretera a unos tíos disfrazados de pastores y cuando ven que se acerca un coche, avisan a los del pueblo con el móvil:

- '¡Eh, que vienen los del turismo rural'! Y cambian el cartel de
'Videoclub' por el de 'Tasca', sueltan unos perros cojos por las calles y sientan a la entrada del pueblo a dos abuelos haciendo alpargatas, que luego te compras unas y te salen más caras que unas Nike.

El alcalde hace saber a los vecinos: "Queridos paisanos: este verano, para incrementar el turismo, vamos a importar más mosquitos del Amazonas, que el año pasado tuvieron mucho éxito. Y quiero ver a todo el mundo con boina, nada de gorritas de Movistar. ¡Y haced el favor de pintaros el entrecejo, que no parecéis de pueblo! Ah, y por cierto: Este año no hace falta que nadie haga de tonto del pueblo. ¡Con los que vienen de fuera ya vale! Hasta el burro se mea de la risa.