Londres se trata de una ciudad plagada de fantasmas. Cada esquina cuenta con su propio "ghost", eso es algo que todo inglés sabe y que los visitantes percibimos. El metro, por ejemplo, cuenta con numerosas leyendas de voces que gritan desde los túneles, sombras que recorren las estaciones más míticas como Covent Garden, donde se pasea el fantasma de un antiguo actor de teatro que fue apuñalado por otro actor competidor. Pero uno de los lugares que más me apasiona de esta ciudad es la Torre de Londres, fortaleza en la que, por otra parte, fueron muchos los ajusticiados y ejecutados a lo largo de la historia. Las personas más sensibles notarán la presencia de las almas errantes que vagan incluso por las habitaciones del palacio de esta Torre. Gritos, llantos, figuras que se escapan...La niebla londinense es un caldo de cultivo perfecto para lo que tanto nos gusta. Me encanta Londres!
¿Me traeréis un fantasma anglosajón? Pero que venga con las costumbres inglesas bien aprendidas. Nada de taconeos a deshoras, jajaja
ResponderEliminarclaro, te traeré uno que tome el té a las 5, con sus pastas y su onza de chocolate y que se vaya a dormir bien prontito, como buen inglés.
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