Templo budista de Panillo

Cerca de Graus, una de las grandes poblaciones del pirineo oscense, se encuentra el templo budista de Panillo. Cuando los monjes llegaron a la zona y comenzó la construcción del templo fue un auténtico revuelo para los habitantes de Panillo. El pequeño valle de la Fueva se lleno de nuevos colores y nuevas formas de vida y la convivencia entre los aldeanos y los monjes budistas transcurre en total armonía. El budismo y la vida en el campo coinciden en ese pilar fundamental de la serenidad que da vivir conforme a las reglas más básicas de la naturaleza.
Las tierras fueron cedidas por una budista francesa tras su muerte. El enclave es precioso y el contraste de las formas de las pagodas en medio de las montañas de Huesca han hecho que algunos apoden a la zona como el Tíbet oscense.