28/11/09

Sol ardiente de junio



Esta preciosidad de cuadro me dejó paralizada; casi se me olvida incluso de respirar. Es impresionante. Si podéis verlo de cerca alguna vez quedaréis maravillados por la intensidad de sus colores, la magia del detalle y la calma que transmite semejante obra maestra de la pintura victoriana. Creo que si pudiera elegir una gran obra de arte para contemplar a diario en algún lugar privado y absolutamente privilegiado sería esta. Su autor es el inglés Frederic Leighton (1830-1896).

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