Una empresa fundada por un ciudadano rumano afincado en Catalunya prepara la exportación de 5 toneladas del siluro del bajo Ebro destinadas a la elaboración de harinas para piensos y también para el consumo humano. El siluro fue introducido en los setenta en esa zona para la pesca deportiva. Se ha convertido en una especie endémica que pone en peligro el ecosistema de la zona, por lo que el proyecto de su pesca para posterior comercialización está aprobado por el Gobierno catalán. Aquí no se comen, pero por lo que afirma el responsable de la empresa en Rumania se consume habitualmente. El problema es que según responsables del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) siete de cada diez de esos siluros contienen niveles de mercurio suficientes como para hacerlos inviables de cara al consumo en piensos y mucho menos humano. El mercurio causa estragos en el sistema nervioso. Su toxicidad es impresionante.
Más información aquí
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminaro
ResponderEliminar