Ayer en Cuatro nos sorprendieron con un excelente reportaje sobre Pedro Cavadas, el primer cirujano en realizar un trasplante de cara en España. Entre la admiración y la sorpresa ante sus declaraciones me surgen algunas preguntas: ¿se trata de un genio o simplemente un virtuoso de lo que hace? ¿su secreto reside en la energía especial con la desempeña su trabajo? Su actitud ante la vida cambió cuando su hermano murió en un accidente de coche. Según cuenta él mismo su vida, la que llevaba hasta el momento, dejó de tener sentido y empezó a plantearse otros caminos. Vive sin ostentaciones, se desplaza en bici, viste con forros polares y opera gratis en África. ¿Fue fruto de una revelación? ¿Se cayó del caballo como el apóstol San Pablo? ¿Apóstol o hereje?
De su entrevista reciente en El País me quedo con esta afirmación: "Sí, voy en bici. Ayer [el día anterior a la entrevista] cayó la de Dios y me mojé mucho, pero ¡qué pánico le tiene la gente a mojarse! ¡Coño, que es agua lo que cae, no es salfumán! Ésa es mi queja contra la excesiva comodidad occidental. No te mojes, no pases frío, no pases sueño... No llegas a pasar ganas de nada; antes de que tengas ganas de algo ya te las han saciado."
Nos gusta el Dr Cavadas.
Yo también vi este reportaje. La labor que hace el doctor Cavadas y su equipo es admirable. Ofrece esperanza a personas que han perdido la sonrisa. A veces pienso en lo cruel que puede llegar a ser la sociedad.
ResponderEliminarA una que quiere ponerse rabo o uno que quiere quitárselo, se lo paga la seguridad social. En cambio a uno que no tiene ni mandíbula inferior ni lengua, no le paga implantarle unas nuevas ni Dios. Claro joder! para que coño quieres una mandíbula o una lengua?! Ponte rabo y déjate de tonterias!
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